El
sobrecogedor oso pardo vive en los bosques y montañas septentrionales de
Norteamérica, Europa y Asia. Es la especie de oso más extendida del planeta.
Estos
gigantes omnívoros suelen ser solitarios, a excepción de las hembras y sus
oseznos, aunque en ocasiones sí se reúnen. Estos espectaculares encuentros
pueden presenciarse en los mejores puntos de pesca de Alaska, cuando el salmón
remonta el río para el desove estival. En esta época, docenas de osos pueden
reunirse para atiborrarse de este pescado, acumulando grasas que les
sustentarán durante el duro invierno que les espera. En otoño, un oso pardo
puede comer hasta 40 kilogramos de comida al día, y antes de hibernar puede pesar
el doble que en primavera.
Los
osos pardos cavan oseras para hibernar en invierno, a menudo en pendientes de
colinas propicias. Las osas se cobijan durante el embarazo y paren en este
reposo invernal, normalmente un par de oseznos. Las crías de oso pardo se
alimentan de leche materna durante la primavera y permanecen con su madre
alrededor de dos años y medio, por lo que las hembras solo se reproducen cada
tres años.
Los
osos pardos adultos son poderosos depredadores que ocupan la cima de la cadena
alimenticia, aunque gran parte de su dieta se compone de frutos secos, bayas,
fruta, hojas y raíces. También se alimentan de otros animales, como roedores y
alces.
Los
osos pardos más grandes del mundo se encuentran en las costas de la Columbia
Británica y Alaska, y también en algunas islas, como Kodiak.
A
pesar de su enorme tamaño, los osos pardos son muy veloces, y se sabe que
pueden alcanzar los 50 kilómetros por hora. Pueden ser peligrosos para los
humanos, en especial si se les sorprende o si una persona se pone entre una osa
y sus crías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario